El aceite de oliva ecológico procede de aceitunas de cultivo ecológico o biológico, sin abonos, ni pesticidas químicos, ni aditivos, ni conservantes artificiales. Consumir aceite de oliva ecológico, libre de todos estos residuos, no sólo es la opción más sana y saludable para nuestro cuerpo, también es la más sostenible y responsable con el medio ambiente y el patrimonio natural que hemos heredado.
Además de los beneficios para nuestra salud y alimentación, el aceite de oliva ecológico tiene importantes beneficios agroambientales. Los fertilizantes orgánicos y la minima labranza que se utilizan en su producción, protegen y mejoran la fauna y la flora de nuestras tierras. La agricultura ecológica también evita la erosión del suelo y la contaminación del agua del subsuelo.
El aceite de oliva está presente en casi todas nuestras comidas, desde ensaladas y platos crudos, hasta cocidos, fritos y horneados. El aceite de oliva virgen extra ecológico es natural, auténtico, saludable y mucho más sabroso, ya que sus propiedades nutritivas se mantienen intactas gracias al proceso natural, desde el cultivo hasta la extracción del aceite.