El aceite de oliva virgen extra de variedad Nevadillo Blanco es uno de los más exclusivos del olivar andaluz. Procedente principalmente de la Sierra de Córdoba y algunas zonas montañosas de Jaén, esta variedad autóctona se caracteriza por su escasa producción, su cultivo tradicional y su extraordinaria calidad organoléptica.
El olivo Nevadillo Blanco es de porte medio, vigoroso y adaptado a zonas de montaña y suelos difíciles. Produce aceitunas pequeñas con rendimiento graso medio, pero con una gran riqueza en polifenoles y compuestos aromáticos. Su recolección es temprana, y el proceso de elaboración suele estar muy cuidado debido a la rareza y valor del fruto.
El AOVE Nevadillo Blanco se caracteriza por un frutado verde intenso con notas muy frescas de hoja de olivo, alloza (almendra verde), higuera, manzana verde y un toque floral. En boca es complejo y elegante, con amargor y picor marcados pero equilibrados, dejando un regusto duradero que resalta su personalidad única.
Por su intensidad y carácter, el aceite Nevadillo Blanco es perfecto para usar en crudo. Ideal para acompañar platos fríos como ensaladas gourmet, cremas de verduras, pastas suaves, pescados blancos o simplemente pan artesano. También es muy valorado en catas y maridajes gourmet por su originalidad.
La variedad Nevadillo Blanco ocupa menos del 0,1% del olivar español, lo que la convierte en una de las más raras y limitadas del mercado. Su presencia se concentra principalmente en la Subbética cordobesa y algunos rincones de la provincia de Jaén, en olivares centenarios de difícil mecanización. Es un aceite de edición limitada, destinado a los paladares más exigentes.
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