Son ampliamente conocidos los beneficios del Aceite de Oliva Virgen Extra para nuestra salud. Hoy hablamos de sus aplicaciones en el órgano más extenso de nuestro cuerpo: la piel.
La piel recubre nuestro cuerpo en toda su extensión y es la encargada de proteger nuestros órganos internos de las agresiones exteriores, entre otras funciones. Por ello, una piel sana y bien cuidada repercutirá positivamente en nuestra salud general y, por qué no decirlo, en nuestra estética. Es muy importante mantener la piel bien hidratada para que la epidermis se conserve luminosa y saludable.
La causa fundamental del envejecimiento precoz de la piel se debe a la acción de los radicales libres, que actúan permanentemente sobre ella. Si bien es imposible detener su acción de forma absoluta, podemos ayudar a nuestras células a ralentizar este envejecimiento con el Aceite de Oliva Virgen Extra, un excelente antioxidante que equilibra estos radicales y facilita la recuperación cutánea.
Diversos estudios han demostrado los beneficios de la vitamina E contra los efectos de los radicales libres. El Aceite de Oliva Virgen Extra contiene 12 miligramos de esta vitamina por cada 100 gramos de grasa. Por tanto, el consumo de 25 gramos diarios (aproximadamente dos cucharadas) aporta la mitad de la dosis diaria recomendada de vitamina E.
Pero no solo su consumo alimenticio es beneficioso para la piel. También lo es su aplicación tópica, cuyos efectos positivos han sido conocidos tradicionalmente y, hoy en día, están avalados por rigurosas investigaciones. En la industria estética profesional ya se elaboran tratamientos a base de aceite de oliva que ofrecen resultados de alta calidad, sin contraindicaciones, favoreciendo la regeneración del tejido cutáneo y aliviando zonas irritadas del cuerpo.
Veamos algunos de estos usos.
El Aceite de Oliva Virgen Extra como hidratante
El Aceite de Oliva Virgen Extra es un hidratante natural gracias a sus antioxidantes y nutrientes. Una piel seca aparece enrojecida e irritada, especialmente en personas con piel sensible o atópica, afectadas por factores ambientales como la contaminación, el sol o productos agresivos. En estos casos, el Aceite de Oliva Virgen Extra puede ser de gran ayuda: es hipoalergénico, no obstruye los poros y no contiene conservantes, colorantes ni aditivos artificiales.
La piel seca, inflamada y con picores —síntomas de irritación y afecciones como eccemas o psoriasis— puede verse aliviada con un poco de Aceite de Oliva Virgen Extra.
Su aplicación es especialmente beneficiosa en zonas como el rostro, codos, manos, rodillas y pies. Se recomienda aplicarlo con un algodón limpio empapado, dejándolo actuar unos minutos y retirándolo con un paño húmedo.
La combinación de las vitaminas A y E hidrata y nutre la superficie de la piel, que adquiere un aspecto más saludable.
Igualmente, el Aceite de Oliva Virgen Extra es uno de los desmaquilladores más eficaces y respetuosos con la piel, ya que se desliza fácilmente sin necesidad de frotar con fuerza, incluso en el contorno de los ojos.
En el afeitado y la depilación, si se lubrica la piel con una pequeña cantidad de aceite antes del proceso, se evita la irritación y el enrojecimiento. También ayuda a mantener las manos suaves y tersas al aplicarlo después del lavado o del uso de productos abrasivos, mejorando el aspecto de las cutículas, uñas y la piel de las manos en general.
El Aceite de Oliva Virgen Extra y el cabello
Todos hemos oído a nuestras abuelas hablar de los beneficios del aceite de oliva para el cabello. Esta tradición, que estuvo a punto de desaparecer, ha sido recuperada en los tratamientos modernos para el cuidado capilar. Aplicado como mascarilla unos minutos antes del lavado, ayuda a reparar el cabello seco y dañado.
El cabello seco, sin brillo y quebradizo puede mejorar notablemente si se aplica Aceite de Oliva Virgen Extra desde las puntas hasta el cuero cabelludo, con masajes suaves que estimulan la hidratación del folículo y nutren la fibra capilar. Gracias a su contenido en vitamina E, los resultados pueden apreciarse desde la primera aplicación.
Otros usos del Aceite de Oliva Virgen Extra en la cosmética
Los labios son especialmente sensibles al frío y al sol, y tienden a resecarse o agrietarse. El Aceite de Oliva Virgen Extra, aplicado como bálsamo, permite la absorción de sus nutrientes y ayuda a reparar la piel eliminando las grietas.
También posee propiedades regenerativas para las pestañas, fortaleciéndolas y haciéndolas más tupidas. Basta con aplicar unas gotas y aclarar pasados unos minutos.
Las uñas, frecuentemente expuestas a productos químicos, jabones o limpiadores, pueden agrietarse o debilitarse. Cubrirlas con Aceite de Oliva Virgen Extra nutre sus capas superiores y suaviza la cutícula.
Además de todos estos beneficios de la aplicación directa del Aceite de Oliva Virgen Extra, muchos productos cosméticos lo incorporan en su fórmula, e incluso lo utilizan como base: jabones, champús, cremas o ungüentos de masaje, a los que dedicaremos una próxima entrada.