La variedad Picudo es un tesoro andaluz, especialmente apreciada en las provincias de Jaén y Córdoba. Su nombre hace referencia a la forma alargada y puntiaguda del fruto, que madura más tarde que otras variedades tradicionales, aportando características únicas al aceite resultante.
El olivo Picudo produce aceitunas de tamaño medio, con maduración tardía y rendimiento graso medio. Es resistente al frío y a la sequía, lo que lo hace ideal para los olivares de montaña y llanuras interiores. Su aceite destaca por su equilibrio entre frutado, amargor y picor, con un perfil aromático elegante y persistente.
El aceite Picudo ofrece un frutado medio con notas herbáceas y verdes, recuerdos de hoja de olivo, almendra y higuera, y matices más maduros de frutos secos. En boca presenta un amargor y picor moderado, redondeados y armoniosos, ideal para quienes buscan un AOVE con personalidad pero equilibrado.
Perfecto para consumo en crudo en ensaladas, tostadas, verduras a la plancha y carpaccios, y también para cocinar a baja temperatura o para terminar platos. Su estabilidad permite un uso versátil sin perder aroma ni propiedades.
Los olivares Picudo se cultivan en parcelas seleccionadas de Andalucía, donde la combinación de suelo, clima y saber hacer ancestral garantiza aceites de alta calidad, con un carácter distintivo que refleja su origen.